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Un Mensaje a la Conciencia

Christian Talk

Populares programas de 4 minutos que comienzan con una anécdota o historia y terminan con una aplicación moral y espiritual. Se han transmitido de lunes a sábado durante más de 40 años. Actualmente se difunden más de 4 mil veces al día en 30 países en la radio, la televisión y la prensa, y ahora via Internet en Conciencia.net.

Location:

Costa Mesa, CA

Description:

Populares programas de 4 minutos que comienzan con una anécdota o historia y terminan con una aplicación moral y espiritual. Se han transmitido de lunes a sábado durante más de 40 años. Actualmente se difunden más de 4 mil veces al día en 30 países en la radio, la televisión y la prensa, y ahora via Internet en Conciencia.net.

Language:

Spanish

Contact:

Asociación Hermano Pablo Box 100 Costa Mesa, CA 92628 9499227501


Episodes

«Ella le tendió una trampa»

3/18/2024
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Hace más de un año conocí a una mujer, y luego de un mes ella me dijo que no quería ninguna relación, sino que sólo soñaba con embarazarse, tener un hijo y criarlo sola. Yo accedí, y... ella quedó embarazada. Luego de eso, se alejó de mí por varios meses. »Algún tiempo después que nació la bebé... la mujer me pidió que registrara mi nombre en el certificado de nacimiento como el padre biológico, y me negué; pero luego accedí.... »Ahora le doy dinero y visito a la bebé, pero me siento mal porque ella amenaza constantemente con demandarme si no le doy la cifra que ella indica.... Quiero responder por la bebé, no importa la situación; pero no quiero que esa mujer manche mi hoja de vida con una demanda por alimentos, ya que afectaría mi carrera profesional.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »¡Al parecer, ella le tendió una trampa! Halló a un buen hombre profesional que podía darle a su bebé un nombre respetable y sustento económico. Luego lo sedujo, poco a poco, hasta que cayó usted en la trampa. Ahora ella lo tiene atrapado tal y como lo desea. »La parte trágica del caso es que su inocente hija es la víctima. A ella le tocará crecer y descubrir que usted nunca quiso tenerla. »No obstante, usted ahora tiene la obligación de sustentar a su hija hasta que ella sea adulta, así que es bueno que haya decidido que eso es lo correcto. Pero usted nunca jamás llegará a un acuerdo con la mamá de su hija en cuanto al dinero. De modo que el único recurso que tiene es contratar a un abogado que pueda ayudarlo a lograr que los detalles económicos apropiados queden registrados en el juzgado, y que pueda además asegurarse de que se le conceda el adecuado derecho de visita. »La hija suya necesita un padre y no sólo un donante económico. Dele prioridad a pasar tiempo con ella y a mostrarle su amor. Tal vez no sienta amor ahora mismo, pero puede comenzar mostrándole amor sin sentirlo, y tarde o temprano lo sentirá. »Usted ahora comprende que fue un error tener relaciones sexuales con esa mujer.... Sin embargo, en realidad no importa cómo sucedió. Usted no puede volver atrás y corregir el error. Sólo puede seguir adelante, dándole prioridad en su vida al bienestar de su hija. »El plan de Dios es reservar las relaciones sexuales para el matrimonio. Los que siguen a Dios saben que no es fácil elegir ese plan divino para la vida de ellos, y que no es fácil abstenerse de hacer lo que tantos otros piensan que es aceptable. Pero elegir el camino de Dios evitará situaciones como la suya, y prevendrá que muchos niños sean víctimas desde el momento en que nacen.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo puede leerse con sólo ingresar en el sitio www.conciencia.net y pulsar la pestaña que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 792. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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¿Perdona Dios a un violador?

3/16/2024
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Mi infancia no fue muy buena. Sufrí abuso sexual de mi padre cuando tenía ocho años. Ahora, lastimosamente seguí los pasos de él y cometí con mi hija el mismo delito que mi padre cometió conmigo. »Actualmente pago una condena por aquel hecho. Me siento culpable y me odio por lo sucedido. ¿Es verdad que Dios no perdona a un violador? ¿Por qué viví de nuevo esa suciedad? ¿Por qué volvió el demonio de la violación? ¿Será que puedo obtener el perdón de Dios?» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »... Al parecer, usted cree que fue destinado a repetir lo que hizo su padre. Si de veras lo cree, está equivocado. En la Biblia hay varios relatos históricos de personas que hicieron lo opuesto de lo que hicieron sus padres. Algunas, como el profeta Samuel, optaron por servir a Dios, mientras que sus hijos optaron por hacer lo malo. Otros, como Amón, eran malvados, pero sus hijos, como Josías, sirvieron a Dios fielmente. Esos relatos verídicos demuestran que ninguno de nosotros está destinado a repetir los errores de sus padres. »Sin embargo, cuando se trata de abuso físico o sexual, la perspectiva de la víctima en cuanto a lo bueno y lo malo puede llegar a distorsionarse. Algunas víctimas se convencen de que el abuso es normal y aceptable. No conocemos los pormenores del caso suyo, pero sí sabemos que el abuso de parte de su padre sembró pensamientos en su cerebro que lo tentaron a hacer cosas que probablemente no hubiera considerado de no haber sido víctima de abuso usted mismo. »No obstante, cuando usted, como víctima, optó por ser el agresor, pecó contra su hija y pecó contra Dios. El pecado contra su hija merece la justicia humana. Por eso es posible que su hija jamás lo perdone y que su familia nunca sea restaurada. Pero su pecado contra Dios merece la justicia divina y el castigo eterno. A eso se debe que le hayan dicho que Dios nunca lo perdonará; pero esas personas están mal informadas. »Cuando Jesucristo, el Hijo de Dios, vino al mundo y vivió sin cometer un solo pecado, no mereció castigo alguno. Él era perfecto. Pero sabía acerca del juicio divino que yo merezco por mis pecados, como también del juicio divino que merece usted por los suyos. Jesús optó por morir en la cruz a fin de satisfacer esa justicia divina y pagar nuestro castigo. »Sin embargo, a pesar de que el castigo por nuestros pecados ya se ha pagado, eso no significa que recibimos el perdón de manera automática. Tenemos que confesarle nuestros pecados a Dios en oración y pedirle que nos perdone. Él ve nuestro corazón y sabe si nuestro arrepentimiento es o no sincero, y si estamos dispuestos a seguir en sus caminos.... »Lo animamos a que le pida a Dios que lo perdone, que le dé vida eterna y que cambie sus pensamientos y motivaciones. Él lo ama a pesar de todo lo que usted ha hecho.» Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo puede leer si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 662. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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El último salto de Tiffanie

3/15/2024
La muchacha, esbelta, grácil y elegante, saltó del trampolín. Dio tres vueltas en el aire, en forma impecable, y cayó de cabeza en la piscina. Con ese salto magistral ganó el derecho de representar a Inglaterra, su patria, en los juegos olímpicos. ¿Quién era ella? Era Tiffanie Trail, joven de veintidós años de edad. Lamentablemente Tiffanie no logró su sueño. Una lesión en la muñeca derecha la alejó de las competencias. Decepcionada, se fue a vivir a Sydney, Australia. Un día, en Sydney, ensayó de nuevo el salto. Pero no lo hizo desde el trampolín de una piscina. Lo hizo desde el balcón de su apartamento, en el piso 23 de un rascacielos, a 69 metros de altura. La joven deportista, con una brillante carrera por delante, murió abrumada de tristeza. ¿Cuál será la decepción que tanto deprime a una persona que decide quitarse su propia vida? En el caso de Tiffanie fue, primero, el divorcio de sus padres. Esto la dejó devastada. Después fue la muerte de su novio, que pereció ahogado en el mar. Y finalmente fue la lesión en el brazo, por la que tuvo que abandonar su carrera. Aun cuando no podamos aprobar el suicidio, podemos comprender al suicida. La vida trae, para ciertas personas, tal carga de angustias que a veces, sin querer, tornan sus pensamientos hacia el suicidio. El filósofo alemán Federico Nietzsche lo expresó así: «El pensamiento de suicidio es una gran fuente de consuelo con el que podemos pasar en calma toda una noche.» Es de notarse que Nietzsche murió severamente enajenado. Su ideología existencialista fue insuficiente para sostenerlo en el momento de su angustia. El suicidio es un consuelo magro, sin esperanza, sin expectativa y sin destino, que nada bueno puede traer. Cuando las cargas de la vida se acumulan, cuando los dolores se vuelven insoportables, cuando, como dijo el poeta, «sólo abrojos nuestra planta pisa,» no es en el suicidio que debemos pensar. Debemos pensar en Aquel que es fuente de vida, de fortaleza, de consuelo y de paz. Habrá quien diga: «Aun Dios me ha fallado.» Pero lo dice porque nunca ha buscado realmente a Dios. Cristo, el Hijo de Dios, Dios hecho carne, es nuestra esperanza segura. Clamemos a Él desde el fondo de nuestra angustia. Jesucristo escucha nuestro clamor aun antes que sale de nuestra boca. No cedamos al suicidio. Sometámonos más bien a la voluntad de Dios. En Él hay paz, serenidad y concordia. En Él hay esperanza. En Él hay vida. Él, y no el suicidio, es nuestra única seguridad. Hermano Pablo Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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«Ella decía que no lo veía como padre»

3/14/2024
En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos: «Hace once años me casé. Mi esposo ya tenía una hija de una relación anterior... y ahora juntos tenemos además tres niños pequeños.... »Hace un mes mi hijastra me confesó que, cuando ella llegó al país en que vivimos, su papá abusó de ella, así que yo lo confronté. Él dice que... como él había vivido separado de ella hasta los catorce años, ella decía que no lo veía como padre. »Cuando ella me dijo eso, yo pedí consejería a mi pastor, y mi esposo lo confesó, dijo que se arrepentía y entregó su vida al Señor Jesucristo.... Pero yo no tengo la misma confianza de dejar a mis niñas al cuidado de él y regresar al trabajo. Dejé de trabajar porque tengo miedo, y no quiero vivir así con este temor.... Él dice que nunca les haría daño a sus hijas.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimada amiga: »Sentimos mucho lo que usted está sufriendo. Su situación es sumamente difícil, y creemos que sólo Dios sabe lo que más le conviene a usted. Pero sí podemos ofrecerle algunas sugerencias.... »Su esposo se defiende diciendo que, cuando sucedió el abuso, la hija de él no lo consideraba como el padre de ella. Es posible que ya ella tuviera la apariencia física de una mujer adulta, así que parece que él está tratando de decir que ella lo atrajo como una mujer, y no como una niña, y como una desconocida, y no como su propia hija. En otras palabras, él está dispuesto a admitir el haber violado sexualmente a una mujer (antes de la edad de consentimiento), pero no está dispuesto a verse a sí mismo como un pedófilo. »El que su esposo haya confesado su pecado y haya decidido seguir a Cristo es una buena noticia. Sin embargo, todos sabemos por experiencia que los pedófilos dirán lo que les conviene a fin de tener acceso a los niños, sobre todo en la iglesia. En realidad, sólo Dios sabe si su esposo es un pedófilo. »Creemos que es prudente de su parte tener precaución y reservar su confianza. Su esposo necesita aceptar el hecho de que tendrá que pasar por un período de prueba durante un tiempo muy prolongado, y que es la consecuencia directa de lo que él hizo. También es prudente que usted se abstenga de aceptar que su esposo sea quien cuida a sus hijos e hijas mientras usted trabaja fuera de casa. »Como dijimos antes, sólo Dios puede darle la sabiduría necesaria para discernir si sus hijos corren o no corren peligro. Pídale a Él que le ayude a tomar las precauciones necesarias para no tener que vivir con este temor.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo se puede leer si se ingresa en el sitio www.conciencia.net y se pulsa la pestaña que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 791. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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¿Con qué mujeres se casan los hombres?

3/13/2024
«La muchacha parece estar en trance, el ademán soñador, la mirada perdida, en los labios la sonrisa de la felicidad. »—Es muy bueno, mamá, muy bueno, muy bueno. Me [tomó] una mano, me miró fijo a los ojos... »—¿Nada más? »—Sí. Se me acercó mucho y dijo: “Julita, mi corazón arde de pasión. Yo ya no puedo vivir sin ti. Si me desprecias, mi vida ya no tendrá objeto. Será como un cuerpo que flota, sin rumbo a merced del destino.” »Doña Visi sonríe emocionada. »—Igual que tu padre, hija mía, igual que tu padre. »Doña Visi entorna la mirada y se queda beatíficamente pensativa, dulce y quizás algo tristemente descansada. »—Claro... El tiempo pasa... ¡Me estás haciendo vieja, Julita! »Doña Visi está unos segundos en silencio. Después se lleva el pañuelo a los ojos y se seca dos lágrimas que asomaban tímidas. »—¡Pero, mamá! »—No es nada, hijita; la emoción. ¡Pensar que algún día llegarás a ser de algún hombre! Pidamos a Dios, hijita mía, para que te depare un buen marido, para que haga que llegues a ser la esposa del hombre que te mereces. »—Sí, mamá. »—Y cuídate mucho, Julita, ¡por el amor de Dios! No le des confianza ninguna, te lo suplico. Los hombres son taimados y van a lo suyo. No te fíes jamás de buenas palabras. No olvides que los hombres se divierten con las frescas, pero al final se casan con las decentes. »—Sí, mamá. »—Claro que sí, hijita. Y conserva lo que conservé yo durante veintitrés años para que se lo llevase tu padre. ¡Es lo único que las mujeres honestas y sin fortuna podemos ofrecerles a nuestros maridos!» En este pasaje de la novela titulada La colmena, considerada por muchos como la obra cumbre del Premio Nobel español Camilo José Cela, no hay duda de que tiene razón Doña Visi al advertirle a Julita que se cuide, no sea que se aproveche de ella algún hombre con malas intenciones. Ese consejo le sirve de mucho a cualquier joven de la edad de aquella hija. Y hay que reconocer que hasta suena a refrán eso de que «los hombres se divierten con las mujeres frescas, pero al final se casan con las decentes». Pero ¿tiene razón Doña Visi al afirmar que la virginidad es lo único que las mujeres honestas y pobres pueden ofrecerle a su futuro esposo? Lo cierto es que el plan perfecto de Dios, nuestro Creador y Padre celestial, es que nos mantengamos vírgenes hasta el día de nuestra boda debido a que Él quiere lo mejor para nosotros y sabe que eso es lo que más nos conviene. Sin embargo, hay otras cualidades que Dios considera muy importantes también, tales como ser diligente y digno de respeto y confianza; honrar a los padres; mostrar amor, bondad, amabilidad y paciencia; no enojarse fácilmente ni guardar rencor, ni ser envidioso ni egoísta ni orgulloso; y tolerar y perdonar a los demás. Pero conste que, aunque la Biblia se refiere a algunas de esas cualidades con relación a la mujer, todas son tan importantes para el novio como para su novia, ya sea que hayan logrado mantener su virginidad o que la hayan perdido por alguna circunstancia, incluso por violación. Esforcémonos entonces por ser así, como queremos que sea la persona con quien nos casemos. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net La colmena

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«Los errores de mis yernos»

3/12/2024
En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos: «He comenzado a ver los errores de los esposos de mis dos hijas, y sufro mucho porque ellos se están alejando de mí. No deseo causarles ningún daño; al contrario, trato de aconsejarles cuando veo algo injusto que cometen con mis hijas. Por favor, ¿qué me aconsejan?» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimada amiga: »Cada semana muchos hijos adultos nos escriben pidiendo consejo acerca de qué hacer con la madre entrometida que tienen. Son casos en que la mamá los ama mucho pero no tiene la sabiduría para comprender que debe guardar cierta distancia de la vida de sus hijos. Hay una fórmula en el segundo capítulo de la Biblia que se repite unas tres veces a través de las Sagradas Escrituras: “Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser.” Esa fórmula establece con claridad que los recién casados deben dejar a sus padres, separándose de ellos tanto física como emocionalmente. Los que continúan viviendo en casa con sus padres no están siguiendo la fórmula y, por lo general, tendrán que afrontar muchas dificultades como resultado. »Pero aun los que se van del hogar paterno para vivir por su cuenta, si continúan esa relación de padre e hijo dependiente, también tendrán problemas en su matrimonio. La persona que se casa ya no es el niño o la niña que depende de sus padres. Ahora es una persona adulta, y debe ser respetada como tal por sus padres. Eso quiere decir que los padres no deben darle ningún consejo a menos que se lo pida específicamente. Es más, deben permitir que sus hijos adultos se equivoquen y paguen las consecuencias de esos errores. Los padres deben establecer una nueva relación con ellos basada en la interacción y la comunicación adulta. Ha dejado de existir para siempre la antigua jerarquía del padre como el maestro y el hijo como el discípulo. Ahora son iguales, y deben tratarse como iguales. »Yo soy madre de cinco hijos adultos. Sé por experiencia que es muy difícil dejar de darles consejos. Por supuesto, no siempre tengo éxito, pero son incontables las veces en que no he dicho lo que de veras quería decir. Mis hijos adultos constantemente toman decisiones con las que no estoy de acuerdo, pero reconozco que ahora ellos tienen el derecho de hacer las cosas a su manera, y que a veces mi opinión no es importante. »Yo permito que mis cinco hijos adultos marquen el paso con relación a lo mucho o a lo poco que nos comunicamos.... Todos son adultos y tienen el derecho de decidir hasta qué punto quieren que yo intervenga en su vida. No los voy a obligar a comunicarse conmigo si no tienen el deseo de hacerlo. »La única manera en que puede usted ayudar a sus hijas es rogar a Dios por ellas y brindarles apoyo emocional si se lo piden. Y al esposo de cada una, muéstrele sólo amor y respeto. »Es difícil, pero ¡usted puede lograrlo! »Linda, la esposa de Carlos Rey.» El consejo completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, se puede leer si se pulsa el enlace en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego el enlace que dice: «Caso 85». Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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«Necesito vivir lo que él vivió»

3/11/2024
(11-M) Me conmovió relatarlo por primera vez en Un Mensaje a la Conciencia® el 11 de marzo de 2005, que era el primer aniversario de lo ocurrido ese jueves trágico en Madrid. Pero no sabía que a partir de marzo de 2017 yo habría de estar hospedado doce semanas en las afueras de Alcalá de Henares, que haría yo mismo el recorrido a la estación de Atocha en Madrid varias veces por ese corredor de los trenes del AVE (Alta Velocidad Española), y que cada vez que lo hiciera recordaría aquel crimen contra la humanidad el 11 de marzo de 2004. El saldo de las bombas terroristas que estallaron ese día fue de casi doscientos muertos y dos mil heridos. Pero esas cifras no incluyen los corazones destrozados de los familiares de las víctimas. Entre los que fallecieron estaban Jorge Rodríguez, de veintidós años, y Angélica González, de diecinueve. Los dos abordaron el mismo vagón del tren que partió a las 7:12 AM de la estación de cercanías en Alcalá de Henares. Nadie sabe si se conocían, sino sólo que vivían en el mismo barrio y habían estudiado en el mismo instituto. Unos veinte minutos después, al llegar a la estación de Santa Eugenia, ambos perdieron la vida. Sus respectivas madres, unidas por la tragedia, se hicieron amigas y, a modo de homenaje, comenzaron a hacer juntas, todos los años, el mismo recorrido que hicieron Jorge y Angélica aquel aciago día. La madre de Angélica recuerda emocionada la última pregunta que le hizo su hija: «¿Sabes que te quiero mucho, verdad?», así como su respuesta: «Claro que sí, cariño, y yo a ti también.» Y comenta al respecto: «Ojalá ese día me hubiese ido de este mundo con ella. Al principio incluso hacía este trayecto para ver si me pasaba lo mismo.» Por su parte, la madre de Jorge explica: «Para mí, recorrer este camino... es duro... pero necesito vivir lo que él vivió.... Es como si le acompañara. Este recorrido es una forma de decir: “Hijo, no pude estar [contigo el día en que pasó], pero voy ahora.”» Cada año las dos reviven el 11-M como el día de Jorge y Angélica, y juran que seguirán haciendo el mismo trayecto hasta el día en que termine su existencia. Gracias a Dios, alrededor del mundo madres como éstas pueden recibir consuelo de parte de Jesucristo, conscientes de que Él se identifica plenamente con ellas. Es que Él vino al mundo precisamente para recorrer nuestro camino. Sabía que iba a ser duro, pero lo hizo porque consideró que necesitaba vivir lo que vivimos nosotros. Sin embargo, a diferencia de la madre de Jorge y la de Angélica, que de haber sido posible hubieran escogido morir ellas mismas ese día en lugar de sus hijos, Cristo no sólo quiso, sino que pudo morir en nuestro lugar y así salvarnos de la muerte eterna. Y a quienes lo reconocemos como nuestro Salvador, nos promete no sólo que va a estar con nosotros hasta el fin del mundo, sino también que va a prepararnos un lugar en el hogar de su Padre celestial adonde nos llevará para estar con Él para siempre. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net El País

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«Cuatro años bastan»

3/9/2024
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Soy viudo desde hace cuatro años. Quedé con dos hijos, uno de treinta y dos, y otro de veintiséis. El mayor se casó. »Hace siete meses me comprometí con una señora de cuarenta años porque no quiero estar solo. Pero mi hijo de veintiséis se quedó en la casa.... y es un muchacho un poco difícil. Quiero saber si hice bien.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »Nos alegra que nos haya consultado. Trataremos de ayudarlo, pero no sabemos si está más preocupado de que su compromiso sea un problema para su hijo, o de cómo su prometida va a lidiar con el tener en casa a un hijo adulto después de que se hayan casado. »Si usted está preocupado por el bienestar de su hijo adulto, le recomendamos que lea el Caso 92 en www.conciencia.net. En ese Caso explicamos en detalle cómo es que los viudos y las viudas no necesitan el consentimiento de sus hijos adultos para volver a casarse. Si bien fue muy prudente el haberles dado a sus hijos un margen de cuatro años para ajustarse a la pérdida de la mamá, y a pesar de que no debe esperar que ellos jamás se repongan de la muerte de ella, cuatro años bastan para que un adulto sano se ajuste a tal pérdida. »Si es posible, sería mejor para todos si usted pudiera mudarse de la casa en que vivió con la madre de sus hijos. Es muy difícil para los hijos el ver a otra mujer en la misma casa donde vivió la madre, cocinando en la misma cocina donde ella cocinaba, y sentada a la misma mesa del comedor. Al mudarse de esa casa, usted puede tener un nuevo comienzo después de casado. »Una de las opciones que pudiera considerar es mudarse con su nueva esposa a una casa más pequeña y prestarle a su hijo menor el dinero que él necesitaría para mudarse a una casa distinta o un apartamento, tal vez con compañeros de cuarto. No estamos sugiriéndole que pague los gastos mensuales de él, sino sólo que lo ayude con el considerable gasto que representa la mudanza. »Es obvio que su prometida no tendría tanta dificultad con su hijo si usted no planeara que ellos vivieran juntos en la misma casa después del matrimonio. Es más, si su hijo ya resiente la presencia de ella en la vida de usted, es importantísimo que usted no espere que él llegue a vivir en paz con ella bajo el mismo techo. »Es probable que su hijo piense que no está haciendo más que defender a la mamá. Tal vez sienta que tiene que proteger la memoria de ella, y que usted la está traicionando al cultivar una nueva relación sentimental.... »Si usted no le ha pedido a Dios que le dé sabiduría, le recomendamos que lo haga de inmediato. Dios sabe lo que más les conviene a usted, a su hijo y a su nueva esposa. Si usted está dispuesto a seguir en los caminos de Dios y permitir que Él lo guíe, podrá sobreponerse a esta dificultad actual y seguir adelante hacia un futuro más promisorio.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo se puede leer si se ingresa en el sitio www.conciencia.net y se pulsa la pestaña que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 661. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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«Una mujer valiente entre las valientes»

3/8/2024
(Día Internacional de los Derechos de la Mujer) «Si una mujer pudo llegar al mismo nivel de valentía y sacrificio en pos de la libertad que el demostrado por Micaela Bastidas en el proceso precursor de la independencia, esa fue sin duda alguna Tomasa Tito Condemayta [una mujer valiente entre las valientes] —afirma el escritor peruano Bruno Pólack al comienzo de su capítulo sobre aquella prócer en su obra titulada Mujeres que forjaron el Perú—. Tomasa Tito también venía, como la familia Condorcanqui de Túpac Amaru, de un linaje noble del Imperio incaico. Esto hizo que se le concediera, aún en el Virreinato [del Perú], el cargo de cacica de Acos.... »Casi de inmediato y sin vacilar se sumó a la rebelión de Micaela Bastidas y Túpac Amaru II.... El 18 de noviembre de 1780 se llevó a cabo la memorable Batalla de Sangarará... el primer gran choque por la independencia, y no sólo del Perú sino de toda Sudamérica... siendo la primera vez que se organizó un ejército revolucionario con la intención de abolir la esclavitud y lograr la libertad, enfrentándose a un ejército regular de la colonia. En ese choque... Tomasa Tito... no sólo [contribuyó a] conseguir tropas, armas, alimentación y todo lo necesario para una guerra, sino... demostró [valentía] en el campo de batalla, donde puso en juego no sólo el título que se le había otorgado desde la colonia por su antepasado real, sino su propia vida y la de todo su pueblo.» Seis días después se le informó que un batallón español venía de la ciudad de Paruro para emboscar a Túpac Amaru II y los vencedores de Sangarará. Así que, al mando del primer ejército del Perú conformado por mujeres, Tomasa Tito atacó con estrategia y con furia a los españoles, que contaban con armas de fuego, en el puente de Pillpinto. Armadas con palos y hondas (llamadas huaracas), con las que le lanzaron proyectiles a la tropa enemiga cuando comenzó a cruzar el puente, al cabo de varias horas de lucha incesante, el arrojo y la valentía de aquellas atacantes... hizo que los españoles huyeran desordenadamente, dejando muchas bajas de su lado.... Aquel glorioso día «un ejército formado exclusivamente por mujeres [venció] a un batallón que... tenía la intención de sorprender y fue sorprendido», comenta irónicamente Pólack. «Ya cuando Túpac Amaru II... se había decidido por fin a tomar la ciudad del Cusco... Tito... le escribió una carta a Micaela Bastidas donde... le decía: “El invasor no pasará sino sobre nuestros cadáveres”». Trágicamente aquellas palabras habrían de ser proféticas. «Tomasa Tito Condemayta murió junto a Micaela Bastidas y Túpac Amaru en la Plaza de Armas del Cusco. [Al igual] que ellos... fue torturada, ahorcada y luego desmembrada.... Pero el ejemplo de nuestra heroína... prendió y corrió como un reguero de pólvora... por todo el virreinato del Perú y por toda Sudamérica», concluye el escritor peruano. Quiera Dios que el ejemplo que aquella «mujer valiente entre las valientes» nos dejó en Pillpinto nos inspire a cada uno a sorprender al enemigo de nuestra alma venciéndolo con la determinación de protegernos de sus emboscadas con la armadura que Dios nos ha provisto. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net Mujeres que forjaron el Perú

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«La primera mujer independentista de América»

3/7/2024
(Víspera del Día Internacional de los Derechos de la Mujer) «Se casó el 25 de mayo de 1760, a los quince años, con José Gabriel Condorcanqui, descendiente directo de Túpac Amaru, el último inca rebelde cuando el incanato encontraba su final en Vilcabamba.... No tenía ni la educación ni la nobleza que acompañaban a su marido, pero poseía un carácter y una astucia sin igual. Fue descendiente de africanos por parte de su padre... y de indígenas por parte de su madre....» Así comienza el escritor peruano Bruno Pólack su capítulo sobre «Micaela Bastidas, la primera mujer independentista de América» en su obra titulada Mujeres que forjaron el Perú. Es que en 1780 Micaela Bastidas Puyucahua y su esposo Túpac Amaru II, como cacique de Tungasuca y de importantes territorios de Cusco, formaron una Junta Revolucionaria que, luego de varias victorias rebeldes, emitió un edicto que abolía la esclavitud y declaraba la libertad inmediata de todos los trabajadores forzados. Ese primer grito de libertad en América no duró mucho, y el territorio liberado no fue grande, pero el ejemplo prendió fuego en toda América Latina. «Luego de eso —narra Pólack—, Túpac Amaru partió de inmediato a las provincias aledañas a buscar el apoyo de los demás líderes, y todo el mando y la administración recayeron en... [su esposa] Micaela...: “Mi señora gobernadora doña Micaela Bastidas”... Todos los informes dirigidos a ella venían precedidos con el mayor de los respetos.... Se podría decir... que desde la caída del Imperio Inca esa fue... la primera región libre... por un pequeño lapso de tiempo... en lo que sería luego el territorio peruano, y que fue gobernada por una mujer.» «El levantamiento... logró reunir un ejército de miles de hombres y mujeres sin experiencia militar ni armamento considerable. Fue una rebelión exclusivamente indígena y popular —declaran la historiadora colombiana Diana Uribe y su hija Alejandra Espinosa Uribe en su obra titulada Revoluciones: Movimientos que transformaron la historia de la humanidad—.... Se extendió por Perú, Bolivia y partes de Argentina, pero sus ecos se escucharon por todo el continente.... El ejército rebelde avanzó hasta Cuzco y tomó varios territorios, pero los españoles lograron defender la ciudad y... aunque Micaela resistió un tiempo más, lo que pudo haber sido una revolución fue aplastado con violencia. No obstante, fue el levantamiento más importante de la historia colonial», concluyen las coautoras de Revoluciones. Al igual que Micaela y Túpac Amaru II, Jesucristo, el Hijo de Dios, sufrió un cruel y despiadado martirio antes de entregar su vida por la causa de la libertad. Pero a diferencia de ellos, Cristo la entregó sin ofrecer resistencia alguna, pues no murió para liberar a los suyos de las cadenas de la esclavitud física y de trabajos forzados sino para liberar a toda la humanidad de las cadenas del pecado al que nos hemos dejado someter por el cruel y despiadado verdugo de nuestra alma. Más vale entonces que determinemos que, en lo personal, ese sacrifico supremo no haya sido en vano. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net Mujeres que forjaron el PerúRevoluciones: Movimientos que transformaron la historia de la humanidad

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«Él juega bruscamente con mi hijo pequeño»

3/6/2024
En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos: «Hace cinco meses comencé a vivir con una nueva pareja, y él y yo no nos ponemos de acuerdo en cómo criar a su hija con mi hijo, que tienen cuatro y cinco años. »A veces, cuando él juega con mi pequeño, lo hace bruscamente... al punto de hacerlo llorar. Él no es así con su hija, y eso me causa malestar porque encuentro injusta la situación. Creo que mi pareja le tiene rabia porque mi hijo a veces se pelea con su hija por juguetes.... Siento que me abruma esta situación, y ya no sé qué hacer. He pensado incluso que fue un error la decisión que tomé de vivir con él.» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimada amiga: »Creemos que es prudente que esté preocupada por esta situación que está dando como resultado que usted y su hijo se vuelvan en contra de su compañero sentimental y la hija de él. Usted tiene lealtades divididas debido a que quiere proteger a su hijo y sostener una buena relación con su pareja al mismo tiempo.... »Después que se divorciaron mis padres, mi mamá decidió permitir que su compañero sentimental viviera en casa con nosotros. Finalmente se casaron, pero ni mi hermana, ni mi hermano ni yo le importábamos a ese hombre, ni siquiera después de que nos casamos. Él tenía un temperamento violento y era un alcohólico. Fue muy difícil tener que vivir bajo el mismo techo con él durante ocho años, y creo que a mi mamá le importaba más estar con él que el bienestar de sus propios hijos. »Es muy probable que su compañero piense que necesita “hacer más hombre” al hijo suyo. Tal vez crea que es un “niño mimado por su mamá”, y que le conviene ser tratado con aspereza por un hombre. Pero como usted sospecha que él está desahogando en su hijo el enojo que siente, se ha vuelto una situación muy traumática y poco saludable para todos ustedes, así que recomendamos que haga lo necesario para ponerle fin a esta relación tóxica de inmediato. »Como tal vez sepa, nosotros creemos que los padres debieran esperar hasta que sus hijos hayan terminado la escuela secundaria antes de siquiera considerar sostener otra seria relación sentimental. Sus hijos formaron parte de su vida primero, así que esos hijos son su responsabilidad primordial. Cuando el padre o la madre tienen otra pareja, el bienestar emocional de los hijos casi siempre sufre, así que lo mejor es que se enfoquen en lo que necesitan los hijos hasta después de la adolescencia. »También creemos que son sabias las personas que siguen el plan de Dios de esperar hasta después de casarse para sostener una relación sexual. Esto evita que haya riesgo alguno de un embarazo indeseado antes del matrimonio, y contribuye a que la pareja se evite la excesiva presión emocional que implica una relación sexual.» Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo se puede leer si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 790. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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Cuando se ha esfumado toda esperanza

3/5/2024
Los síntomas eran los clásicos: sudores nocturnos, escalofríos, decaimiento, tos seca, y filamentos de sangre en la saliva. Orlando Vásquez, joven de treinta y dos años de edad, de Córdoba, Argentina, no sabía qué enfermedad tenía. Lo cierto es que Orlando sufría la enfermedad que había sido mortal en las primeras décadas del siglo veinte y que se creía que ya había sido erradicada. Su médico, el doctor Ramírez, tuvo que declararle a Orlando la triste verdad: «Usted, señor, tiene tuberculosis.» Pero en el caso de Orlando el diagnóstico era fatal, porque la enfermedad había reaparecido acompañada de una terrible hermana: el SIDA. Vivimos en un mundo cuya atmósfera está llena de gérmenes y virus. Si no es la influenza que nos debilita, es algún tumor que amenaza ser canceroso. Para Orlando Vásquez fue esa combinación ominosa y mortal de tuberculosis y SIDA. Así es esta vida. ¿Qué hace una persona cuando el último recurso se le ha esfumado? Si es impetuosa y emocional, podría hasta enloquecerse. Si es una persona pragmática, que todo lo analiza, podría volverse escéptica e indiferente. ¿Qué esperanza tiene el ser humano ante los golpes irreversibles de la vida? Si no hemos experimentado la pérdida de la última gota de esperanza, lo más probable es que ni siquiera se nos ha ocurrido estudiar cómo reaccionaríamos ante una desgracia así. Pero ninguno de nosotros sabe cuándo podrá caer víctima de alguna calamidad. ¿Habrá alguna preparación para las fatalidades de la vida? Sí la hay. Cuando sabemos que esta vida aquí en la tierra es sólo una pequeñísima parte de la existencia y que nos pertenece toda la eternidad que nos espera, las cosas de este mundo pierden su trascendencia. La dicha se vuelve relativa, y la amargura, inconsecuente. Sabemos que este mundo no es nuestro hogar. Estamos aquí sólo de paso. Ese conocimiento produce tanta paz que soñamos acerca del día en que estaremos para siempre con el Señor, libres de esta atadura terrestre. ¿Cómo podemos tener esa esperanza? Jesucristo dijo: «Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna» (Juan 3:16). Los que le hemos pedido a Cristo que sea Señor y Dueño de nuestra vida tenemos, ya, asegurado el cielo. Hagamos de Cristo el Señor de nuestra vida, y la seguridad de la gloria eterna será nuestra. Hermano Pablo Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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«Su padre murió, y perdí el control con ellos»

3/4/2024
En este mensaje tratamos el siguiente caso de una mujer que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net, autorizándonos a que la citáramos: «Tengo dos hijos de dieciocho y veinte años.... Su padre murió hace nueve meses de un tumor cerebral.... [Durante ese tiempo,] tuve que salir a trabajar fuera para solventar los gastos, y perdí el control con ellos.... Ambos se niegan a ayudar en las labores domésticas, y mi cuerpo no está saludable para hacerlo todo yo sola. »El mayor ya está trabajando, pero sólo da un aporte mínimo para sus gastos. Yo tengo que cubrir todo. El menor es muy buen estudiante, pero por la actitud del otro se está comportando muy mal.... Ya estoy cansada de pelearle.... »Me surge la idea de irme y dejarlos solos en la casa para que se las arreglen solos y yo no enfermarme. ¿Qué me sugieren?» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimada amiga: »¡Cuánto sentimos que su esposo haya fallecido hace apenas nueve meses! Usted no ha tenido suficiente tiempo para llorar su pérdida, y eso pudiera estar afectando su salud. No hay duda de que las peleas constantes con sus hijos no contribuyen a que pueda guardar el debido luto ni a que cuide su propia salud tal como necesita hacerlo. »Lamentablemente, así como en casi todos los casos, el mal comportamiento de sus hijos comenzó mucho antes de que llegaran a ser adultos. En el caso suyo, la enfermedad y muerte de su esposo sin duda hizo que fuera difícil que usted invirtiera el tiempo necesario para hacer cumplir cualesquiera reglas o disciplinas. Y como el padre de ellos estaba tan enfermo, usted seguramente justificó el mal comportamiento de sus hijos porque ellos también estaban afligidos. Nos imaginamos que, a pesar de que sus hijos actualmente no ayudan en las labores domésticas, usted sigue preparándoles la comida y tal vez aun lavándoles la ropa. Al hacerse cargo de lo que necesitan, usted está permitiéndoles que la traten tal y como se les antoja.... »Tal como les hemos dicho a otros padres de familia, el control máximo que usted tiene es el económico. ¿Está usted costeando los estudios, la ropa y la comida de sus hijos? Sería prudente que elaborara un sistema por el que usted sólo aportara económicamente cuando ellos cooperen con los quehaceres en la casa. Si se les olvida hacer lo que les corresponde, entonces usted tiene toda la razón y el derecho de negarse a ayudarlos económicamente. Pero no les diga que usted va a hacerlo a menos que esté dispuesta a llevarlo a cabo. El no hacer lo que usted dice o amenaza sólo empeorará el problema. »Le recomendamos que busque la manera de aprovechar cualquier oportunidad que se presente para disfrutar de un ambiente tranquilo. En sus días libres, vaya adondequiera que pueda, y deje que sus hijos se las arreglen solos. Sin embargo, no les diga cuándo piensa usted volver. Lo mejor es que se mantengan esperando a que usted regrese en cualquier momento.» Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo puede leerse con sólo pulsar la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 789. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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«¿Es necesario pertenecer a alguna religión?»

3/2/2024
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Toda la vida he pertenecido a cierta religión, pero ya no me nace volver de nuevo porque algunas personas no aceptan un “no” como respuesta, y eso me molesta mucho. ¿Para tener una relación sana con Dios es necesario pertenecer a alguna religión en particular?» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »Las entidades religiosas y las iglesias a veces no difieren mucho de algunos clubes, organizaciones o equipos deportivos. Hay miembros que están dispuestos a morir por lo que representa su grupo, pero tristemente hay otros que pertenecen al grupo para poder estar cerca de personas de las quieren aprovecharse de algún modo, tal como mediante una maniobra financiera o hasta abuso sexual. Así mismo hay personas sinceras y honorables que pertenecen al mismo grupo debido a que es la tradición de su familia, o debido a que les conviene en sus relaciones sociales. »Sin embargo, si bien hay personas sinceras que pertenecen a casi todas las religiones, ni el formar parte de una religión ni seguir tradiciones religiosas son las maneras de conocer a Dios. Jesucristo, el Hijo de Dios, les advirtió a sus discípulos acerca de los líderes religiosos de aquella época. Su denuncia más severa fue que, si bien seguían con esmero hasta las leyes más insignificantes, el corazón de ellos estaba lleno de codicia y de maldad. »Con eso Jesús estaba ampliando lo que su Padre Dios le había dicho al profeta Samuel hacía más de mil años: “La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.” En otras palabras, la gente nos juzga por lo que hacemos, mientras que Dios nos juzga por lo que tenemos en el corazón. »Usted bien pudiera responder: “¡Oiga! Ese es un gran problema. Yo no soy perfecto. En mi corazón suele haber enojo, impaciencia, venganza, envidia y orgullo. Si Dios me juzga por todo eso, ¡estoy perdido!” Pero nosotros entonces diríamos: “Tiene razón. Sí. Está perdido, pero nosotros pudiéramos decir lo mismo. Ninguno de nosotros tiene pensamientos y motivos perfectos.” »Sin embargo, ¡no hay que perder la esperanza! Cristo ya sufrió el castigo por todas nuestras impurezas. Él pagó la pena que usted debía pagar como también la nuestra. Y está listo para ofrecernos el perdón, pero tenemos que abrir el corazón y disponernos a recibirlo. Cuando le confesamos a Dios en oración que nuestro corazón no está limpio y que necesitamos su perdón, Él responde declarándonos inocentes. »Después de recibir el perdón, vamos naturalmente a querer permitir que Dios nos guíe y nos muestre el plan que ya ha trazado para nuestra vida. Al orar y leer la Biblia, llegamos a conocer a Dios y aprender a escuchar su voz. Y procuramos unirnos a otras personas que también han recibido el perdón, a fin de que podamos aprender juntos y animarnos mutuamente.... Lo que importa es que cada día nos esforcemos por conocer mejor a Dios y permitamos que nos guíe.» Con eso termina lo que Linda, mi esposa, recomienda en este caso. El caso completo puede leerse con sólo pulsar la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 660. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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«¡Muero con mi patria!»

3/1/2024
(Aniversario de la Muerte de Francisco Solano López y de su hijo Panchito) «Nacido en Asunción en 1827, con diecinueve años era ya coronel, comandante en jefe del ejército paraguayo y el colaborador más directo de su padre, el presidente de Paraguay. [A los veintisiete años tuvo] ocasión de viajar [como embajador plenipotenciario] por Europa, donde [aprendió el] arte militar y [contrató] a técnicos, matemáticos, arquitectos, literatos, médicos y otros profesionales con objeto de impulsar el desarrollo industrial y cultural de su país. Antes de acceder a la presidencia [a los treinta y cinco años, Francisco Solano López ya había intervenido] en diversas misiones diplomáticas con éxito destacado, que [reforzaron] su creencia en el papel relevante que debía desempeñar en las relaciones políticas entre los Estados del Río de la Plata. »Sus años de gobierno nos muestran el hombre polémico por antonomasia. Junto al deseo de introducir la modernización, las modas y [los] gustos europeos en Paraguay,... [persiguió y encarceló a los] opositores a su régimen, no excluyendo a su propio hermano. Con todo, su decisión más discutida fue el enfrentamiento directo con la llamada Triple Alianza (Argentina, Brasil y Uruguay), que dio pie al inicio de una contienda de trágicas consecuencias, al final de la cual la población paraguaya quedó reducida a una cuarta parte del total, aunque el país pudo conservar su identidad como nación independiente.... Éstas son las luces y las sombras en la vida de una persona tan peculiar como el mariscal López.» Así resume el hispanista Antonio Gutiérrez Escudero la vida de Francisco Solano López. Herido de muerte en el campo de batalla el primero de marzo de 1870, las últimas palabras del mariscal fueron: «¡Muero con mi patria!» Ese mismo día, a manos de las mismas tropas brasileñas, murió también su hijo mayor, Panchito, que a pesar de tener apenas quince años, ya era coronel de caballería. Lo cierto es que si Panchito hubiera sobrevivido a su padre, le habría tocado vivir en una nación prácticamente muerta. Pues su patria paraguaya, si bien no murió con el mariscal López, perdió a tantos de sus habitantes que quedaron vivos sólo entre 200 y 300 mil, con proporción de nueve mujeres por cada hombre. Y perdió además entre 120 y 160 mil kilómetros cuadrados de sus territorios limítrofes. Gracias a Dios, la muerte física no es el fin de todo. No lo fue para el mariscal López, ni para Panchito, ni para las decenas de miles de paraguayos que murieron antes que ellos en aquella hecatombe... ni lo es en la actualidad para quienes mueren a diario por diversas causas, ni para quienes han sido atacados a tal grado por las fuerzas del enemigo que están al borde de la muerte. Dios ha dispuesto que todos los que reconozcamos a su Hijo Jesucristo como nuestro Salvador personal, y creamos en Él, tengamos vida eterna. Nos lo garantiza Cristo mismo, quien promete resucitarnos en el día final. Hagamos nuestra esa promesa para que así, más allá de sobrevivir temporalmente, podamos vivir eternamente. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net Francisco Solano López: el Napoleón de ParaguaySolano López: Soldado de la gloria y del infortunio

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Condena «por violencia intrafamiliar»

2/29/2024
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Hace unos años golpeé a mi hijo, castigándolo duramente. Mi hijo tenía seis años, y la mamá, al ver esos golpes, me demandó por violencia intrafamiliar. Me condenaron por seis años. »Este mes, como no sabía nada de mi hijo, fui al trabajo de la mamá para saber de él, y la mamá me volvió a demandar, supuestamente porque yo le hice escándalo en la calle y en el trabajo. Pero eso fue una mentira, una calumnia. »Me siento muy triste y muy solo, y no sé qué debo hacer. Le pido a Dios respuestas.... No quisiera estar en una cárcel detrás de las rejas. Yo cambié. ¡Dios lo sabe!» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »Usted tiene toda la razón. Dios sí lo sabe todo. Él no sólo sabe todo lo que ha sucedido, sino que también conoce la condición de nuestro corazón. Los que piensan que pueden ocultarle sus secretos no lo están engañando a Él sino sólo se engañan a sí mismos. »Dios también sabe lo concerniente al hijo suyo y el daño físico y emocional que ha sufrido. Usted no dijo nada que indicara preocupación por él ni por su bienestar emocional. Nosotros no tenemos ninguna manera de saber cuáles son los efectos a largo plazo que él pudiera seguir afrontando como resultado de ese abuso, y usted al parecer no lo sabe tampoco. »Si de veras ama a su hijo, su preocupación primordial debe ser lo que más le conviene a él. Él es la víctima en este caso y no usted. Dios no le va a ayudar a usted a hacer nada en perjuicio de un inocente niño.... »En lugar de pedirle a Dios que le dé lo que usted desea, le recomendamos que le pida que sane a su hijo del trauma que sufrió, y que haga que disfrute de salud emocional y física.... »Le recomendamos también que consulte a un abogado acerca de los derechos que aún le quedan para ver a su hijo. No trate de tener ningún contacto con la madre de su hijo excepto el que el abogado aconseje. »¿Estamos aconsejándole que abandone la esperanza de volver a tener una relación con su hijo? No, de ninguna manera. Algún día él será un adulto, y usted pudiera tener la oportunidad de tener contacto con él. ¿Qué clase de hombre quiere ser usted cuando llegue ese momento en que él lo conozca? »Le aconsejamos que se esfuerce mucho por convertirse en la clase de padre que su hijo desee llegar a conocer. Dios puede ayudarlo a lograr eso. Él no sólo nos perdona nuestros pecados y forma parte de nuestra vida cuando se lo pedimos, sino que también quiere caminar a nuestro lado cada día, aliviando nuestra soledad y dándonos propósito. Así que pídale que le indique su voluntad para la vida de usted, y que lo guíe en todo lo que haga. Y pídale que lo ayude a estar preparado, cuando llegue el momento, para ser el padre que necesita su hijo.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo puede leerse con sólo ingresar en el sitio www.conciencia.net y pulsar la pestaña que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 788. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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Por ocultar la evidencia

2/28/2024
Visitación Irizarri, joven vasca, llegó al aeropuerto de Barcelona, procedente de París. Iba acompañada de un amigo, un joven chileno. Cuando comenzaron a revisarle el equipaje, no mostraba ningún nerviosismo. «Padezco de diabetes, y necesito tomar insulina. ¿Me permiten hacerlo?» preguntó en la aduana. Le dieron permiso para aplicarse ella misma una inyección de insulina ante el personal de seguridad. Después de aplicarse la insulina, sacó un frasquito de su bolso. «Es un medicamento —aclaró— que debo tomar junto con la insulina.» Vertió el contenido del pequeño frasco en una cuchara grande, y se lo bebió todo de un trago. Acto seguido, volvió a la fila de pasajeros. Pero a los pocos momentos sufrió un vahído y cayó desplomada al suelo. Había sido víctima de un colapso cardíaco porque lo que había bebido era cocaína pura, valorada en diez mil dólares. La combinación de la cocaína y la insulina le había paralizado el corazón. ¡Es increíble lo que algunos son capaces de hacer para pasar objetos de contrabando! Tratando de pasar inadvertidos por las aduanas del mundo, arriesgan la libertad y la vida misma en su dedicación al tráfico de drogas o de joyas que dejan una buena ganancia. Y todo eso para no tener que trabajar sino ganar mucho de una sola vez, de una manera fácil, y darse una vida opulenta, de viajes internacionales, grandes hoteles, lujosos restaurantes, ropas costosas, joyas y billeteras repletas de dinero. Muchos, al igual que Visitación, pagan con la salud, la vida y la libertad el pasar objetos de contrabando a fin de ganar unos cuantos miles de dólares. Pero conste que si no pagan en esta vida el mal que hacen, lo pagarán en la venidera. Pues cuando lleguen a la aduana de la eternidad, les revisarán el equipaje los ángeles, que son agentes insobornables e inflexibles. Cristo ofrece otra clase de vida. No es una vida de oropel, que imita el oro, sino de oro puro. A los ojos de muchos, tal vez parezca deslucida por ser una vida sencilla, recatada y sobria, de trabajo, de humildad, de esfuerzos, de sacrificios y de lucha. Pero no deja de ser, a la vez, una vida sumamente rica por su esencia espiritual, digna de recibir una recompensa insuperable. A eso se refería Cristo cuando dijo: «El que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará. ¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida? ¿O qué se puede dar a cambio de la vida? Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensará a cada persona según lo que haya hecho.» Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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«Un caso único en la historia»

2/27/2024
(Independencia de la República Dominicana) «La emancipación propiamente dicha de la parte española de la isla de Santo Domingo, esto es, su liberación respecto de la Madre Patria, se produjo el primero de diciembre de 1821. El jefe de este primer movimiento de independencia fue el licenciado José Núñez de Cáceres, rector de la Universidad [de Santo Domingo]. Pero los efectos de la emancipación quedaron malogrados antes de los tres meses de realizada por haberla aprovechado el dictador que gobernaba la vecina República de Haití, Jean Pierre Boyer, para invadir y sojuzgar el territorio dominicano. »Por esta razón, el primero de diciembre de 1821 no es la fecha máxima dominicana. En aquella época la nación haitiana disponía de mayores recursos que la porción española de la isla, y ésta había quedado en estado de indefensión al no recibir el solicitado respaldo de la Gran Colombia. Los haitianos, desde su independencia en 1804, habían aspirado a dominar la isla entera, y la ocasión se la ofreció la ida de los españoles. »Desde 1821, Santo Domingo quedó, pues, desligado de la tutela de España, pero sin independencia. Esta situación duró hasta el 27 de febrero de 1844, momento cumbre de la historia dominicana, en que al fin hubo emancipación con autodeterminación, por haberse expulsado a los invasores haitianos. »Como se ve, la modalidad que presenta la emancipación dominicana es un caso único en la historia de América.» Así reseña esta importante etapa de su historia patria el doctor Pedro Troncoso Sánchez, que en su ilustre carrera ocupó, entre otros, los cargos de embajador dominicano en Argentina, México, la Santa Sede e Italia; rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo; Ministro de Educación; y Presidente del Ayuntamiento, de la Suprema Corte de Justicia, de la Academia de Ciencias y de la Academia de Historia de la República Dominicana. Con sobrada razón, los que podemos hacerlo, tanto los más acreditados como los menos influyentes, nos unimos al sentir de Troncoso Sánchez al rememorar y celebrar tan importante acontecimiento como lo es su independencia patria. Pero nos conviene reconocer así mismo que tal como cada uno tiene su historia patria, también tiene su historia personal. Y gracias a Dios, si bien en el transcurso de la historia ha habido millares de personas que no han podido celebrar su independencia nacional, no hay razón alguna que impida que cualquiera de nosotros hoy mismo celebre su independencia espiritual. Es que cuando pedimos el respaldo de Dios, Él no nos lo niega. No nos deja indefensos, presa de nuestro enemigo espiritual, que aspira a dominar la isla entera de nuestra alma. Al contrario, cuando hacemos valer la autodeterminación con que Dios nos creó para obtener nuestra emancipación espiritual, Él nos ayuda a expulsar a ese invasor. Basta, pues, con que pidamos su respaldo para que experimentemos el momento cumbre de nuestra historia personal. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net Duarte en la historiografía dominicana: Recopilación y notas bio‑bibliográficas de Jorge Tena ReyesGaceta oficial

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Nueve años para encontrarse a sí mismo

2/26/2024
Fueron nueve años de su vida, quizá los nueve que pudieran haber sido los más productivos: de los veintisiete a los treinta y seis. Pero fueron nueve años que pasó en prisión. Y no sólo en prisión, sino en el pabellón de los condenados a muerte. «Tuve que contemplar mi muerte durante nueve años —escribió David Mason— para comenzar a descifrar la vida. Nueve años para comprender el dolor que causé. Nueve años para aceptar responsabilidad por mis crímenes, y nueve años para sentir remordimiento por lo que hice.» David Mason, quien había estrangulado a cinco personas, pagó su deuda a la sociedad en la cámara de gas un día martes, 24 de agosto. Joven todavía, terminó sus días con fuertes sentimientos encontrados, por un lado lamentando su vida perdida, pero por el otro dando gracias a Dios que había hallado la salvación de su alma. Porque durante esos nueve años encontró a Dios y comprendió la gran realidad ineludible de la justicia humana y la justicia divina. Uno tiene que preguntarse: ¿Por qué tuvo David Mason que llegar a lo más hondo de su vida, hasta ser destruido, para allí darse cuenta de que la vida tiene valor y de que, sometidos a la voluntad divina, podemos vivir con dignidad? No es necesario cometer un asesinato, ser condenado a muerte y cavilar durante años tras las rejas de una cárcel para comenzar a vivir de nuevo. En cualquier lugar y en cualquier momento podemos recapacitar y decidir someternos a la voluntad de Dios para disfrutar de la vida al máximo. Todos nuestros problemas vienen como resultado de descuidar las leyes morales de Dios. «No codiciarás», «No hurtarás», «No darás falso testimonio», «Honra a tu padre y a tu madre», «No cometerás adulterio» y «No matarás» son leyes que se aplican a toda persona de todo tiempo y de todo lugar. Siempre que cualquier persona —sea quien sea, tenga el trasfondo que tenga, viva donde viva y crea lo que crea— quebrante una o más de estas leyes, sufrirá las consecuencias. Aunque no quiera aceptarlas como ordenanzas divinas, como quiera, si las infringe, sufrirá las consecuencias. ¿Acaso tenemos que llegar a la cámara de gas para descubrir esa clara y visible verdad? No tenemos que esperar hasta estar en el lecho de muerte para arrepentirnos. Ahora mismo podemos aceptar a Jesucristo como nuestro Señor. Él implantará sus divinas leyes en nuestra vida, e implantará en nosotros el deseo y la fuerza para cumplirlas. Hermano Pablo Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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«Ante el inminente juicio final»

2/24/2024
En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue: «Dice la Biblia que... sólo el Padre celestial sabe cuándo ocurrirán los eventos finales de la humanidad.... Creo que a muchos esos eventos nos ponen a pensar, y algunos hasta llegan a sentir pavor real ante el inminente juicio final. ¿Cuál debiera ser la actitud de un cristiano ante la verdadera posibilidad de que sucedan tales eventos?» Este es el consejo que le dio mi esposa: «Estimado amigo: »Usted nos está consultando acerca de los sucesos que la Biblia describe como parte del fin del mundo. Lo cierto es que las iglesias y sus dirigentes interpretan las Sagradas Escrituras de diversas maneras con relación a estos eventos que están por suceder. Por eso no tenemos la intención de aclarar cuándo sucederá lo que creemos, sino más bien de tratar de dar respuesta a su pregunta específica en cuanto a la actitud que debiera tener un cristiano al considerar tales eventos. ¿Hay alguna razón para sentir temor? »Ser cristiano es seguir a Cristo, estudiando sus enseñanzas y esforzándose por ponerlas en práctica en la vida diaria. No es, como creen algunos, lo mismo que ser una buena persona. La Biblia deja en claro, de principio a fin, que es imposible llegar a ser lo bastante bueno por sí mismo. El apóstol Pablo lo dijo de este modo: “Todos hemos pecado, y por eso estamos lejos de Dios.” Él no dijo que las personas malas han pecado, ni que la mayoría de las personas han pecado; dijo más bien que todos hemos pecado. »En cambio, si fuera posible ser cristiano por no haber pecado nunca, entonces Cristo no hubiera tenido que morir en la cruz para pagar el castigo de nuestros pecados. Pero Dios nuestro Padre, consciente de que nadie podía ser lo bastante bueno por sí mismo, nos amó tanto que dio a su único Hijo para que llevara el castigo por todos nuestros pecados. »Por eso el ser un seguidor de Cristo es reconocer que jamás podremos ser lo bastante buenos por nosotros mismos y que necesitamos un Salvador para que nos salve de nuestros pecados. Una vez que hemos aceptado el perdón que Dios el Padre nos concede en el nombre de su Hijo Jesucristo, seguimos luego a Cristo al estudiar sus enseñanzas y obedecerlas. »Quienes temen los eventos del fin del mundo y el juicio final no comprenden, o no reconocen, que Cristo está dispuesto a perdonar sus pecados y borrar todo aquello por lo que se les habría condenado. El castigo por sus pecados ya ha sido pagado, y se les ha declarado inocentes. »Lamentablemente no todas las personas comprenden que ya se les ha ofrecido perdón por sus pecados y la entrada para pasar la eternidad en el cielo. En vez de aceptar el perdón, optan por rechazar a Cristo y el perdón que les ofrece. Por consiguiente, nuestra actitud como cristianos ante los eventos finales de la humanidad debe ser pedirle a Dios que esas personas lleguen a aceptar a Cristo y su perdón de modo que todos juntos podamos pasar la eternidad con Él.» Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. Este caso y este consejo pueden leerse e imprimirse si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 659. Carlos Rey Un Mensaje a la Conciencia www.conciencia.net

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