Iglesia Bautista La Gracia

Las situaciones difíciles están muy presentes en nuestra vida. Como creyentes llegamos a renegar en contra de Dios y decir "¿Hasta cuándo Señor?" Cuando te sientes así debes recordar que solo en Jesús hay descanso y esperanza. Al entender esta verdad podremos alabarle.

Vivimos en un mundo de caos, dolor y sufrimiento.

Podemos darnos cuenta que el hombre sufre con enfermedades, vicios, trastornos y contaminación espiritual. Esto debido a que ha quebrantado el pacto con su Creador.

Hemos recorrido varios capítulos en los cuales hemos visto cómo Dios juzga las naciones. Hemos visto como Dios juzga la nación de asiria, la nación de babilonia, la nación de Egipto, la nación de Moab, Filisteos, Etiopía, Damasco, Israel. Ya cada una de estas naciones Dios las ha juzgado por motivos diferentes, pero si algo concuerdan todas es que Dios ha juzgado a aquellas naciones que le han dado la espalda.

Cuando elegimos el camino de la arrogancia nos puede llevar directo a la destrucción.

¿Quién o qué es tu esperanza? Puede ser un sentimiento, amor, diversión, descanso, emociones y muchas otras cosas. Tal vez lo tuyo es algo más tangible como una persona, un carro, una casa, dinero, alcohol, pero debemos recordar que son cosas que no nos van a llenar.

La auto confianza puede traer destrucción a nuestras vidas. Podríamos decir que esto está asegurado. Si nosotros no somos la solución ¿En quién debemos poner nuestra confianza?

Nuestra soberbia nos hace despreciar la Palabra de Dios y valorar soluciones humanas... inútiles.

El ser humano tiene la tendencia por naturaleza a llenarse de orgullo y poder. Se llega a creer que tiene la autoridad para tomar decisiones en su vida y la de otras personas. Esto produce que las personas se pongan en la posición de Dios.

Muchas veces la vida es bella. Brilla el sol. Respiramos el aire fresco y todo es bonito. En otras ocasiones, la vida no es tan bella. Puede ser que tienes problemas pequeños, pero se empiezan a acumular. Puede ser que te duele la rodilla, y no puedes dormir. Quizá no son cosas grandes, pero parece que el sol no brilla tanto. Puede ser que enfrentes uno o dos o muchos problemas muy grandes. Tu problema de salud no es la rodilla, sino cáncer de páncreas. Te despidieron del trabajo. Un amigo muere cuando chocaste manejando tu carro. Tu hijo abandona la casa en rebeldía. Son problemas grandes. ¿Cómo te sientes en esta situación?

Dicen que el poder corrompe y no solo corrompe sino que nos vuelve orgullosos. La soberbia ocurre cuando creemos que nuestra autoridad y poder vienen de nuestro propio ser y no de la autoridad de Dios.

¿Te sientes intocable? Es posible que en nuestra condición pecaminosa lleguemos a pensar que no necesitamos a nadie, incluso a Dios.

Cuando llegan problemas a nuestra vida, nosotros también buscamos un lugar seguro donde refugiarnos. Queremos algo que nos proteja de nuestros “lobos feroces”.

El día de hoy responderemos a la pregunta, ¿porque debemos de reposar en Jehová?

¿Alguna vez tus pequeñas malas decisiones te han causado grandes consecuencias? Quizás fue el momento en que tus padres descubrieron lo que estabas viendo en tu celular. O quizás es aquella tarea que ignoraste, pero luego causó que reprobaras tu clase. Quizás fue esa molestosa multa que debías pagar y pensaste, "seguro ni se darán cuenta", pero meses después llegó la noticia que tu multa aumentó. Tratamos casualmente nuestras pequeñas decisiones, pero las consecuencias llegarán sin falta. Somos iguales con nuestra actitud hacia el pecado.

Tu pecado te puede corromper al punto de desechar y abominar a Dios.

Un corazón orgulloso no permite que disfrutemos del perdón de nuestro Cristo hermoso. Acompañanos a disfrutar del estudio de Isaías capítulo cuatro.

La tendencia del hombre es poner su confianza en las cosas terrenales que le dan seguridad. sien embargo, el pasaje que estaremos estudiando el día de hoy nos muestra donde debe estar nuestra confianza.

La tendencia del hombre es poner su confianza en las cosas terrenales que le dan seguridad. sien embargo, el pasaje que estaremos estudiando el día de hoy nos muestra donde debe estar nuestra confianza.

El orgullo y arrogancia en nuestras vidas nos lleva a pensar que no debemos someternos a Jesús. Sin embargo, cuando meditamos en su presencia y majestad el creyente cae rendido ante su Rey y Salvador. Disfruta el mensaje del segundo capítulo de Isaías.